Sanidad va a dejar de financiar los medicamentos para la artrosis

El Ministerio de Sanidad va a retirar la financiación pública de los medicamentos conocidos como Sysadoa, utilizados en el tratamiento de la artrosis.

radiografia, manos

Estos medicamentos cuestan al Sistema Nacional de Salud español unos 36 millones de euros anuales. Los fármacos afectados son tres principios activos y una asociación de dos que se venden en 49 presentaciones farmacéuticas distintas y cuya efectividad ha sido objeto de constante controversia desde que están en el mercado.

A día de hoy no se conoce una cura para la artrosis y todos los tratamientos disponibles solo se limitan a paliar los síntomas de esta enfermedad que afecta a un 17,5% de la población adulta. Los afectados tienen varias vías para tratar sus síntomas:

-Los antinflamatorios no esteroideos (AINE).

-Los analgésicos, los opioides.

-Los Sysadoa, que son los únicos medicamentos que están específicamente autorizados para esta enfermedad.

Pero Sanidad se acoge a la falta de unanimidad entre los expertos sobre la eficacia de los Sysadoa pues hay numerosos estudios: algunos de los cuales muestran una efectividad de estos fármacos parecida al placebo; en otros, la efectividad parece ser algo superior, y similar a los AINE. Por esta razón Esta es la razón Sanidad llevaba tiempo estudiando retirar la financiación, que supondrá un ahorro de 36 millones de euros anuales.

Las asociaciones de pacientes, la industria farmacéutica y la Sociedad Española de Reumatología (SER) se han manifestado en contra de retirar la financiación. Según Carmen Sánchez, de la junta directiva de la Asociación Española con la Osteoporosis y la Artrosis (Aecosar) que llevan años peleando para que estos productos no pierdan las subvenciones públicas. “Dicen que no tiene mucha efectividad, pero no es verdad. Lo que sucede es que no es como el antiinflamatorio, que te lo tomas y te quita el dolor, tiene una carencia, tarda un tiempo en hacer efecto”, subraya. El tratamiento, que sin financiación costará unos 20 euros mensuales, supone en su opinión un “esfuerzo económico” para muchos pacientes porque, en general “no es el único que toman”.

Para Farmaindustria (la patronal de las farmacéuticas) explica que la artrosis al ser una enfermedad crónica necesita medicamentos que tengan los menos efectos secundarios, algo que cumplen los Sysadoa. “Los antiinflamatorios solo pueden ser adecuados como tratamientos de ataque y puntuales, dado su perfil de seguridad, cuestionable a largo plazo. La desfinanciación de grupos de medicamentos como los condroprotectores de las articulaciones [Sysadoa] tan solo puede conllevar a la larga un crecimiento de otras alternativas más complejas y costosas, como las infiltraciones intraarticulares o las prótesis de cadera”.

Francisco Blanco, miembro de la SER, también está en contra de la desfinanciación: “Si te basas en la medicina clásica y ves que estos fármacos son parecidos al placebo en algunos estudios, dirías que no hay que recetarlos. Pero en un enfoque de tratamientos personalizados es distinto. En pacientes de artrosis el placebo muestra mejoras en un 40% de los casos; los Sysadoa llegan en ocasiones al 60%. Hoy día tenemos estudios para saber con bastante precisión (un 80%) a quién le van a funcionar. Si podemos seleccionar a estas personas, iremos a un uso más racional del fármaco y puede ser beneficioso para numerosos pacientes”.

Blanco incide en que la población que sufre artrosis suele estar por encima de los 50 años, y muy a menudo, de los 65, con lo cual las comorbilidades son frecuentes. En estos casos, el uso de antiinflamatorios, la otra alternativa más común, no siempre son recomendables. “Los Sysadoa son fármacos muy seguros y no creo que se debieran retirar de la financiación de forma generalizada”.

La artrosis es una enfermedad que afecta mayoritariamente a mujeres, lesiona los cartílagos de las articulaciones sobre todo en rodillas y manos, pero también se produce en cadera, pies y columna vertebral. Causa intensos dolores y reduce la movilidad de quienes la padecen, además está asociada a impactos psicológicos por las limitaciones que conlleva en la vida cotidiana.

Pero Sanidad ya tiene tomada la decisión y salvo cambios inesperados en un corto plazo de tiempo estos medicamentos perderán la financiación que tienen actualmente por parte del Sistema Nacional de Salud.